lunes, 28 de mayo de 2012

CATEQUISTAS SEGUNDA PARTE CARACTERÍSTICAS DEL..


CATEQUISTAS,
SEGUNDA PARTE


                                       

EL CATEQUISTA, deberá poseer 
y presentar las siguientes características.
Reflejar un semblante de estado alegre.
Recibir a todos con la misma alegría y el 
deseo de ser amigos de todos.

Para presentarse y comportarse así:
El catequista ya debe haberse preparado física y emocionalmente. Haber adquirido el entusiasmo, es decir las ganas intensas que llegara ese momento para encontrarse con el grupo que va a estar a su cargo.
Ganas de experimentar ese encuentro con una nueva familia, de hermanos, con quienes van a establecer  armoniosas relaciones.

Cada día saludarles tanto en grupo como en forma personalizada, con quienes más se presente la oportunidad.

Familiarizarse con cada uno de ellos, que sientan que son amados (queridos se dice en forma no correcta).

Cuando alguien o varios presenten inquietudes, preguntas difíciles para ellos y a veces difícil para el catequista responder, Si tiene la respuesta, hacerlo con seguridad, no dudando, porque pierden confianza en sus catequistas para otra ocasión que se les presente, a veces las preguntas son en relación a sus propias familias, o quizás de compañeros mayores del colegio. Quizás porque los ponen en aprieto. Etc.

Y si la respuesta no está a flor de boca del catequista, no decirle que no sabe, sino que va a consultar con la persona competente a la situación planteada, puede ser casos sobre el sexo, que en este caso en especial no se debe responder sin plena seguridad. Y debe cumplir con su promesa de llevar la respuesta para el siguiente encuentro, no debe mentirle, porque ya no va a confiar más en su catequista.
El catequista debe anotar las inquietudes o preguntas para no olvidar. El alumno se sentirá importante, que se preocupan de él y crecerá la confianza. Y se abrirá más aún para más intimidades que deseare comentar.
Cuando un alumno presenta una pregunta seria o delicada, nunca el catequista deberá demostrar sorpresa ni susto ni reprensión, se debe tomarlo todo con naturalidad y de ese tema grave para él presentado, ir enseñando lo que es correcto y lo que no, lo que puede causar perjuicio.

El catequista, nunca se debe abocar única y exclusivamente al texto de rutina que debe desarrollar. Sino que debe instruirse más, leyendo otros libros, haciendo más cursos de formación especializada. Siempre hay.

Para estar bien capacitado el catequista,  debe tener entrevistas personalizadas con Párrocos o sacerdotes que saben que poseen sabiduría, con doctores y sicólogos de niños,

El catequista debe demostrar en todo los casos, que va a encontrar en él a una persona amiga, confiable confidente.
Si el tema presentado es muy personal, el catequista debe ofrecerle la respuesta en una ocasión en que estén fuera del grupo. En otros caso los temas planteados por uno, las respuestas pueden ser útiles a los demás del grupo.

Cuando el catequista más tiene, más puede dar, no debe ser nunca mediocre, porque los alumnos se aburren, no atienden y no aprenden El otro tema será cómo y qué ofrecer o presentar en una catequesis al alumno (catequizando)(o catecúmeno)

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