SEGUNDA PARTE
Reflejar un
semblante de estado alegre.
Recibir a
todos con la misma alegría y el
deseo de ser amigos de todos.
deseo de ser amigos de todos.
Para
presentarse y comportarse así:
El catequista
ya debe haberse preparado física y emocionalmente. Haber adquirido el
entusiasmo, es decir las ganas intensas que llegara ese momento para
encontrarse con el grupo que va a estar a su cargo.
Ganas de
experimentar ese encuentro con una nueva familia, de hermanos, con quienes van
a establecer armoniosas relaciones.
Cada día
saludarles tanto en grupo como en forma personalizada, con quienes más se
presente la oportunidad.
Familiarizarse
con cada uno de ellos, que sientan que son amados (queridos se dice en forma no
correcta).
Cuando alguien
o varios presenten inquietudes, preguntas difíciles para ellos y a veces
difícil para el catequista responder, Si tiene la respuesta, hacerlo con seguridad,
no dudando, porque pierden confianza en sus
catequistas para otra ocasión que se les presente, a veces las preguntas son en
relación a sus propias familias, o quizás de compañeros mayores del colegio. Quizás
porque los ponen en aprieto. Etc.
Y si la
respuesta no está a flor de boca del catequista, no decirle que no sabe, sino
que va a consultar con la persona competente a la situación planteada, puede
ser casos sobre el sexo, que en este caso en especial no se debe responder sin
plena seguridad. Y debe cumplir con su promesa de llevar la respuesta para el
siguiente encuentro, no debe mentirle, porque ya no va a confiar más en su
catequista.
El
catequista debe anotar las inquietudes o preguntas para no olvidar. El alumno
se sentirá importante, que se preocupan de él y crecerá la confianza. Y se
abrirá más aún para más intimidades que deseare comentar.
Cuando un
alumno presenta una pregunta seria o delicada, nunca el catequista deberá
demostrar sorpresa ni susto ni reprensión, se debe tomarlo todo con naturalidad
y de ese tema grave para él presentado, ir enseñando lo que es correcto y lo
que no, lo que puede causar perjuicio.
El
catequista, nunca se debe abocar única y exclusivamente al texto de rutina que
debe desarrollar. Sino que debe instruirse más, leyendo otros libros, haciendo
más cursos de formación especializada. Siempre hay.
Para estar
bien capacitado el catequista, debe
tener entrevistas personalizadas con Párrocos o sacerdotes que saben que poseen
sabiduría, con doctores y sicólogos de niños,
El
catequista debe demostrar en todo los casos, que va a encontrar en él a una
persona amiga, confiable confidente.
Si el tema
presentado es muy personal, el catequista debe ofrecerle la respuesta en una
ocasión en que estén fuera del grupo. En otros caso los temas planteados por
uno, las respuestas pueden ser útiles a los demás del grupo.
Cuando el
catequista más tiene, más puede dar, no debe ser nunca mediocre, porque los
alumnos se aburren, no atienden y no aprenden El otro tema será cómo y qué ofrecer o
presentar en una catequesis al alumno (catequizando)(o catecúmeno)
muchas gracias por tus cosejos mean sido de mucha utilidad,
ResponderEliminarsorgladys8@gmail.com
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