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lunes, 28 de mayo de 2012

OCUPARSE DE LOS NIÑOS.(NUEVO)



Es muy necesario que los catequistas se ocupen de los alumnos, sean niños ambos sexos o jóvenes preadolescentes.
Por ejemplo:
1- Por el día de la amistad, hacerles un festejo con chocolate, galletitas, caramelos, música, estos elementos necesarios chocolates, la leche, etc. Se consigue pidiendo colaboración a los vecinos de la comunidad. Y esta actividad sí debe realizarse  en el horario de su catequesis, darles un descanso demostrarles que ellos son importantes, para sus educadores.
2- De igual manera festejarles el día del niño, si no hacíamos nosotros chocolate, les preparábamos   panchos, hechos ahí en el local, y se les hace ir temprano, para que si hay espacio, se organice un pequeño recreativo con futbol, también pensar en las niñas,
3- La Misa por el día del niño debe ser de animación especial y participativa
(Es un punto aparte).

Otro tema
La catequesis se debe desarrollar si o si con pizarrones para cada grupo, y graficar en el pizarrón lo que se va enseñando.  
Los catequistas durante la semana ya deben ir ensayando en su casa como desarrollar la catequesis, si va enseñando, el mismo nivel cada año, ya le va saliendo espontáneamente lo que debe dibujar o y escribir.
Los niños admiran a sus catequistas que demuestran su capacidad,
Se debe poner láminas en el pizarrón que simbolicen el tema a desarrollar, es importante la “enseñanza audiovisual”.  En las reuniones de padres, las mamás me decían: sos la admiración de mis hijos o hijas, dice que también sabés dibujar.
Es importante la práctica mental en la casa, porque así delante de los chicos o jóvenes el catequista no va a, ni debe dudar en lo que va a exponer. Debe demostrar seguridad en lo que dice o enseña, la duda demuestra desconocimiento.
Por eso si algún alumno pregunta algo difícil de responder, no decirle que no sabe, si no decirle que la respuesta les traerá para el próximo encuentro.
El catequista en estos casos debe consultar con el Párroco, o si es tema que amerita preguntar a un doctor, así debe hacerlo, y traer una respuesta segura, concreta.

EL CATEQUISTA debe estar en su lugar de enseñanza, como mínimo media hora antes, y recibir a los alumnos, saludarlos. Nunca debe ser que estando ya todos reunidos los alumnos, vaya llegando su catequista.           //AMAR A LOS NIÑOS//

El catequista es un amigo de los alumnos, ellos deben observar y saber que la catequesis, no es como el colegio o escuela.
Me fijaba en los niños que ellos observan como se les habla, y en la agrupación general antes de distribuirse en sus respectivos grupos, había un catequista que los hacía cantar o a veces les hablaba contando pasajes históricos del A. Testamento en forma de cuento. Y les gustaba.
Los niños más pequeños formaban fila para preguntar si a él cuántos años le falta para ser  alumno de tal o cual catequista.  Esto sucede porque o cuando el catequista pone especial atención y dedicación en cada uno de ellos, y cuando se les habla como amigos íntimos.
Ellos son los mayores sicólogos de los adultos. Y muchos, según su caso particular encuentran mayor atractivo y o cariño en sus catequistas, que en sus propios padres. Porque generalmente los padres, que disponen de poco tiempo, a causa de sus trabajos, no les dan el lugar que les corresponden a sus hijos, como una persona importante en el mundo, y mucho más en su familia.

REUNIONES DE PADRES
Por eso es importante, cumplir las reglamentaciones de las Direcciones de catequesis de la Iglesia que siempre insisten a los catequistas, que realicen las reuniones de padres. Es en esas reuniones que los catequistas, que ya van conociendo en forma personalizada a sus alumnos, den una orientación general a los padres. Sobre la importancia y la obligación de ellos en que les consideren a sus hijos como una persona importante. En algunos casos, si así lo amerita conversar en forma independiente con el padre o la madre.  

Es necesario que  el almuerzo sea en el mismo horario para la familia, y allí hacerles participativos en las conversaciones, dirigirles la palabra, preguntarles cómo les va en el colegio, en el deporte, admirarles por sus actividades, así sea de la escuela o deportes escucharles los que quieren manifestar. Todo, para que de esta manera se levante la autoestima de cada niño o niña, que es tan importante, para su vida presente y para su futuro, sabrán también cómo educar a sus respectivos hijos en sus futuros tiempos de vida.      

VISITAS DOMICILIARIAS
 Si algún alumno o alumnos faltan a la catequesis más de dos días. Visitarles a su casa y preguntar a sus padres, si está enfermo o por qué, Las mamás se sienten honradas cuando se les visita en su casa preguntándoles por su o sus hijos, y de paso comprometidas a no dejar que su hijo falte más a la catequesis, es parte de mis experiencias, yo siempre visitaba a mis alumnos en sus casas y me hacía amigo de sus mamás o papás.
Es muy productiva esta actividad, como imprescindible en casos de que falten con frecuencia.
Esto lo aprendí en cursos de formación para catequistas, y por la experiencia comprobé su utilidad.
Jóvenes y adultos mayores, sean buenos y responsables catequistas.
                   Esto fue terminado de escribir  y publicado el 05 de junio de 2015.

APRENDER DEL ALUMNO - Sicología del Catequista - -





Aprender del Alumno es un tema que está señalizado comentar al principio de la primera página en este blog.

De los tantos cursos para catequistas, incluyendo  cursos de Sicología infantil, al que asistimos todos los de mi Parroquia, aprendimos muchas cosas interesantes, que es necesario  que todo catequista conozca. Para que en el desempeño de su función sea con capacidad en todo sentido, aparte de lo que debe poseer como la espiritualidad, la vocación, el amor por los catequizandos.

Nos enseñaron que si los catequistas tenemos mucho amor, vocación, alegría por ser catequista y con mucho conocimiento de la palabra de Dios, eso es muy bueno y fundamental. Pero,

Es importante como todos los aspectos señalados poseer sabiduría de Dios que te posibilita conocer a los catequizandos, niños o jóvenes o adultos mayores.
Observar a cada niño, su comportamiento, quizás algunos no estén con ganas.

Acercarse a ese alumno/a y conversar, preguntar qué le sucede, en varios casos ocurre que hay problemas de familia, o simplemente esté con dolor de cabeza etc., y explicarle luego aparte si es posible a ese alumno la catequesis del día.
Por eso también el catequista debe conocer el método, de cómo comunicar a sus alumnos la catequesis, el Amor de Dios.

El catequista debe tomar la mano del niño, y presentarle a Dios, que lo ama, a pesar de que quizás, no sea muy feliz por algunos motivos.

El comportamiento emocional del catequista es fundamental, porque si son niños, ellos captan con facilidad. Si el catequista se presenta sin buen humor, esto no permite al alumno inconscientemente atender y aprender.  

Es por eso la importancia, de que el catequista sea alegre, entusiasta, saber animar, llamar la atención, no sólo porque así se evitará que se distraigan, sino lo importante y positivo que será para ellos, observar a su catequista, tan animado que en medio de hablar de catequesis, hace algunos comentarios, de la vida misma de ellos, que se relacione con el tema que se está desarrollando.
Puede contar un chiste corto o el mensaje que va a “comunicar” lo haga creando una historia ficticia (que debe ser preparado previamente en la casa, y durante la semana, no a última hora.

Por eso un catequista, no precisamente desarrolla una enseñanza o “clase”.
Más que enseñar, es transmitir el Amor de Dios que les ama a cada uno, a través del tema del día, y en cada encuentro de catequesis, siempre el catequista debe relacionar con el Amor de Dios, y el amor que cada alumno debe tener, para con todos.

Una técnica que cada vez yo utilizaba,
Era enseñarles que el deber de ellos, es el hacer feliz, por una parte a sus padres, y preguntarles:  Cómo les pueden hacer feliz a sus padres – Luego comentarles cómo:
1- Si son buenos hijos, obedientes que se dedican cuando corresponde la hora, a estudiar,
2- Traer buenas calificaciones del colegio/-escuela.

Sus padres serán felices, y ellos se darán cuenta cuando la mamá o el papá digan a sus amigos o a familiares: “Este mi hijo, o mis hijos son muy educados, respetuosos, obedientes, y traen buenas calificaciones.
Este es el mejor regalo que pueden ofrecer a sus padres, que ellos hablen bien de sus hijos.    

Deben también ser buenos hermanos entre sí, y buenos amigos, y con los compañeros del colegio. Y más contenta estará la mamá cuando la profesora le diga: Su hijo/a es excelente, muy estudioso, atiende en clase, juega con alegría con sus compañeros, no se pelean.

Por eso el catequista debe estar en el lugar de la catequesis, una hora antes para hablar con cada uno, y conocerles, preguntarles lo que cree le está molestando, hablarles como una madre más, consolarles, hay tantas cosas.
 Muchos no tienen el cariño o atención de sus padres, porque la vida de hoy se vive muy agitada, con muchos compromisos.
Que el catequista debe ir aplicando esa atención personalizada, para conocer lo que según las circunstancias observa, y les impulsará a una creatividad. (debe ser creativo aprender)

Imprescindible que el catequista realice reunión de padres de sus alumnos periódicamente. Una reunión participativa. Cuando un solo papá o mamá presenta un tema (inquietud) ya es útil para todo el grupo de padres.

¡¡Fuerza catequistas!!
La comunidad les estará muy agradecida, por lo útil que les son.
Especialmente la comunidad que se irá formando de los ex alumnos, comento de muestra mi caso, solo para ejemplo.
Si has sido un buen catequista, que han aprovechado tu catequesis, se quedarán enriquecidos y satisfechos:
Muchísimos casos ocurrieron conmigo, que un joven señor casado y con hijos, algunos solteros aún, se me acerca me saluda me abraza, como ya es un adulto cambiado no lo conozco, me dice Juan Carlos vos no me estás reconociendo.
No, le digo, -"Yo era tu alumno de catecismo de Para. Comunión", otros me dicen que de Confirmación, y agrega: Muchas cosas buenas aprendí de vos.

Otro joven adulto, pero que le reconocía por su característica física, conversamos.  
Él me dice, ¿te acordás de tal y tal cosa? Sí le respondo, y agrego: Y vos te acordás de tal cosa?.
Sorprendido me dice: ¿Vos te acordás todavía de eso? -Sí claro!. Para mí fueron simplicidades, pero para él fueron importantes, y me agrega: Aah Juan Carlos, vos valés oro, y vos también le respondo, era una buena persona.

Con otro joven ya casado y con el primer hijo, me encuentro, conversamos, luego le hago una pregunta de rutina: “¿Y qué andás haciendo?”
Responde: Estoy siguiendo tu ejemplo.
No he sabido a qué se refería, después de muchos años me encuentro otra vez con él y me cuenta que también enseñaba la Palabra de Dios.-
Esas son las satisfacciones que cosechás con el tiempo, de la catequesis, el saber que fuiste útil a alguien y a muchos